En el barranco de K’ello K’ello tropezaron los caballos de
los señoresGarayay y los becerros de doña Grimalda.
Nicacha y pablucha gritaban ¡sujetaychis! Pringo se cae
¡se cae…..!; y peor la piara atropello.
la mula nazqueña levantó sus patas y clavó sus cascos en la
frente del Pringo, que clavó y revotó entre las peñas hasta llegar al fondo del
abismo, quien boqueando sangre murió a la orilla del riachuelo.
¡la señora nos latigueará; seguro que nos colgará en el
trojal! Gritaban los mak’tillos.
Pringo era un becerro adorado por Grimalda su ama; Lo
pusieron así debido a su color
De piel que era puro blanquecino.
Ahora el becerro adorado de la señora estaba muerto en el
barranco, la señora lloraba Y gritaba ¡pringo, pringo!, pero al verlo ya muy
desfallecido solo le quedó tomar su cuero y colgarlo al frente de la casa, para que así siempre se recordara de él
como su becerrito adorado.
Elaborado por: Huamaní Huallpa, Nilthon Kilder.
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